lunes, 8 de marzo de 2010

al vuelo de mente


Hay tantos excesos, hay tantas carencias...
es difícil ver el llenado o vacío del vaso. ¿Hay vaso? ¿Cuál vaso?
naaa.... nada de filosofía por hoy ni por mañana. No se puede.

ah... sigo queriendo lo mismo. Abrazos infinitos, descansar en un prado, oler una violeta en invierno... silencio, música, sonrisas verdaderas.

Estoy media feliz, media triste.
Como todos, parece.
¡Tanta voluntad, tanto amor, tanta bondad! y no hace falta mencionar su sombra, que eso lo tenemos revoloteándo por doquier.

¿Escribir, tararear o callar?

Quiero sentir un besito en mi mejilla.

martes, 2 de marzo de 2010

Desde el alma revuelta

No sé si es mejor quedarse sentada un tiempo, hasta que nuestra alma se asiente y sepamos cómo proceder, o actuar un poco a ciegas, haciendo lo que nos parece mejor, pero sin certezas.
No sé si la gente es buena o mala. Yo creo que ambas cosas. Y en estos tiempos, con estos acontecimientos, todo sale a flote. Hay cosas que no podemos manejar, siempre ha sido así, pero hay otras que antes podíamos, y que ahora no tenemos a la mano.
No sabes si viajar a visitar seres queridos, no sabes si comprar o no tal o cual cosa, si ir a trabajar, si leer, conversar, escribir, dormir...

Todo es muy incierto, y cada cosas que hacemos nos deja con la sensación de que no es suficiente, de que no se debiera, de que está mal... La culpa, el vacío, la angustia nos sobrecoge y no podemos dar un paso tras otro.

Hasta dar gracias al universo parece no ser suficiente.
Sentir pena no me parece justo, al ver tanto sufrimiento duro y amplificado.

Lo que me hace sentir bien es el cariño, el amor de aquellos seres que le dan razón a mi existencia. No sé si sea justo o no pedir cariño, pero lo cierto que ese es mi aliciente.
El amor hacia el mundo, hacia la bondad y la grandeza que hay en él es en lo que reposo mi alma.

Bendiciones y amor, palabras que espero, nunca dejen de tener sentido para todos.